Trujillo (Cáceres), es una de las poblaciones de mayor interés turístico de Extremadura.
Enclavado al este de la capital sobre una colina, este privilegiado emplazamiento ha sido crisol de culturas a lo largo de los siglos. Calles antiguas y empedradas, vistas inigualables y rincones por explorar convierten este sitio en un auténtico espectáculo.
Resalta sobre el conjunto urbano la impresionante silueta del recinto amurallado medieval, con sus numerosas torres y el castillo árabe del siglo X, en magnífico estado de conservación, junto con la arquitectura civil de los siglos XV y XVI, caracterizada por sus mansiones nobiliarias ligadas a los principales personajes del descubrimiento y colonización de América.
La Plaza Mayor de Trujillo (Cáceres) conforma un espacio arquitectónico de gran belleza y monumentalidad, donde encontramos las iglesias de la Sangre, de estilo barroco, y la de San Martín, gótico-renacentista.
Entre otras singulares construcciones, hay que reseñar el Palacio de la Conquista, de estilo plateresco, el palacio de Chaves-Cárdenas, Condes de Quintanilla, y el interesante palacio de Piedras Albas, con una galería de inspiración florentina.
Trujillo (Cáceres) también cuenta con numerosos conventos, como el de las Jerónimas, del s.XV, el de Santa Clara, del s. XVI, el de las Dominicas, fundado por Isabel la Católica, y el convento de San Pedro, y el de San Francisco que en su interior alberga enterramientos de la familia de Francisco Pizarro.
La gastronomía de Trujillo (Cáceres) es fruto de la tradición, auténtico encuentro de culturas. La herencia árabe está presente en gran parte de sus recetas, las más representativas son las dulcerías de miel, las sopas de almendras, el cordero asado y los salazones de pescados de río.
La otra gran herencia gastronómica es la surgida del contacto con los serranos de la trashumancia, principalmente la caldereta de cordero y cabrito, el frite de rabos y las migas.
La oferta cultural de Trujillo (Cáceres) es muy amplia, abarcando congresos, representaciones teatrales, audiciones musicales y exposiciones artísticas de diversa índole que se ofrecen durante todo el año en los rincones más emblemáticos.
Las fiestas y ferias de Trujillo gozan de gran fama y han sido catalogadas como de interés turístico nacional. Entre ellas, el Chiviri es la más popular de todas y tiene lugar el domingo de Pascua, día en el que la Plaza Mayor de Trujillo se llena de mujeres ataviadas de pastoras, con vistosos refajos, polleras, jubones, corpiños y pañuelos además de aderezos de orfebrería y los hombres, vestidos con el traje tradicional se anudan un pañuelo rojo al cuello, y bailan y cantan coplas tradicionales.
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