El nacimiento del municipio de Cantalejo hay que datarlo a mediados del
siglo XII. El origen de la denominación de Cantalejo está bastante
confuso, puesto que podría derviar de Campo de Alejo o Canto de Alejo,
pero no hay ninguna certeza en ninguno.
En el año 1641 Cantalejo llegó a ser Villa de Señorío con Don Fernando
de Ojeda y Treviño. El rey Alfonso XIII dio el título de ciudad en el
año 1626.
http://www.segoviaturismo.es/municipio.php?id=1697
lunes, 28 de diciembre de 2015
sábado, 26 de diciembre de 2015
domingo, 20 de diciembre de 2015
INVIERNO
En cualquier otro momento las fotos serian mas blancas, pero visto la temperatura de fuera..........
martes, 8 de diciembre de 2015
SEGOVIA
Tras la caída del imperio
y la ocupación visigoda las viejas ciudades y campos romanos
van a ser ocupados por este pueblo germano, que, sobre todo a partir
del abandono del arrianismo en el siglo VII, va a convivir pacíficamente
con el principal substrato étnico de hispanorromanos.
La sorprendente y rápida conquista de la España visigoda por los musulmanes en la segunda década del siglo VIII es probablemente el hecho más transcendente de nuestra historia y va a influir poderosamente en la conformación del territorio segoviano.
Los lugares donde existió asentamiento de población judía en Segovia estaban en torno a la actual plaza de la Merced y las parroquias de San Miguel y de San Andrés, todos ellos dentro de la ciudad amurallada.
Dejando atrás el emblema heráldico de Segovia, el visitante entra en el núcleo antiguo, impregnado de aire medieval gracias al repertorio de mansiones nobiliarias, palacios y templos románicos.
En todas las calles y plazas por las que discurre la visita a Segovia es casi inevitable recalar en alguno de los mesones tradicionales y pedir su plato estrella: el cochinillo asado.
El silencio acompaña el paseo por los callejuelas que conducen a la plaza de San Esteban, dominada por una iglesia (siglo XIII), cuya torre comparte con la Catedral lo más alto de la silueta segoviana. Siguiendo por el callejón Capuchinos aparece en pocos minutos el barrio de Los Caballeros, poblado de palacios de alcurnia y la iglesia de San Juan de los Caballeros, sede del Museo de Zuloaga.
Sin embargo, la protagonista indiscutible de la plaza es la Catedral segoviana, apodada por sus líneas armoniosas «la Dama de las Catedrales». La fachada y la robusta torre de 90 metros de alto dan paso a un interior sembrado de joyas artísticas
La sorprendente y rápida conquista de la España visigoda por los musulmanes en la segunda década del siglo VIII es probablemente el hecho más transcendente de nuestra historia y va a influir poderosamente en la conformación del territorio segoviano.
Los lugares donde existió asentamiento de población judía en Segovia estaban en torno a la actual plaza de la Merced y las parroquias de San Miguel y de San Andrés, todos ellos dentro de la ciudad amurallada.
Dejando atrás el emblema heráldico de Segovia, el visitante entra en el núcleo antiguo, impregnado de aire medieval gracias al repertorio de mansiones nobiliarias, palacios y templos románicos.
En todas las calles y plazas por las que discurre la visita a Segovia es casi inevitable recalar en alguno de los mesones tradicionales y pedir su plato estrella: el cochinillo asado.
El silencio acompaña el paseo por los callejuelas que conducen a la plaza de San Esteban, dominada por una iglesia (siglo XIII), cuya torre comparte con la Catedral lo más alto de la silueta segoviana. Siguiendo por el callejón Capuchinos aparece en pocos minutos el barrio de Los Caballeros, poblado de palacios de alcurnia y la iglesia de San Juan de los Caballeros, sede del Museo de Zuloaga.
Sin embargo, la protagonista indiscutible de la plaza es la Catedral segoviana, apodada por sus líneas armoniosas «la Dama de las Catedrales». La fachada y la robusta torre de 90 metros de alto dan paso a un interior sembrado de joyas artísticas
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