En unos
privilegios reales que datan de 1135, esta pueblo se conocía como Toroda. También
ha sido nombrado en otros documentos como Torodam, Torodanum y Torodano. En
dos bulas que datan de 1232, aparece como Toroganum (acusativo de Toroga). Así
ha ido evolucionando hasta el actual Turégano.
La documentación
que existe de esta Villa empieza a ser importante a partir del s. XII. Por aquel
entonces reinaba Doña Urraca, hija de Alfonso VI. Ella fue quien el 11 de noviembre
de 1123 (1161 de la era antigua) hiciera donación a la Mitra segoviana, en la
persona de Don Pedro de Agén, obispo de la capital, de "Torodano"
y Cova Caballar. Muerta Doña Urraca, su hijo Alfonso VII confirmó la donación
el 9 de abril de 1136.
El castillo de Turégano tiene raíces celtíberas y aún conserva las torres
del castrum romano sobre el que se construyó. En el interior del recinto amurallado se levantó un granero que, posteriormente, se convirtió en la
iglesia de San Miguel, de estilo románico, y en el propio
castillo.
A lo largo de los siglos, la fortaleza ha ido sufriendo modificaciones, su estado actual se debe al que le dió el obispo Arias Dávila a mediados
del s. XV. Es a principios del s. XVIII cuando se construye su espadaña, con el fin de colocar las campanas que se encontraban en la muralla de la puerta
principal.Fue declarado Monumento Histórico Artístico
en 1931
Turégano
fue importante en el enfrentamiento dinástico entre Isabel La Católica y su
hermano Enrique IV allá por el año 1474. Varias veces el rey Fernando se protegió
en el castillo donde estaba el obispo Arias Dávila.
En 1390, con la corte en Turégano,
Juan I firmó la carta de Fundación de Benito de Valladolid. En 1425 Juan II
(padre de Isabel La Católica) establece en Turégano la Cancillería y la Audiencia
de Castilla.
Por esta
Villa han pasado personajes ilustres como José Ortiz-Echague, que con su fotografía
ha mostrado Turégano por todo el mundo, o Camilo José Cela, en su viaje por
Castilla La Vieja para ilustrar su libro "Judíos, moros y cristianos".
Otros autores como Lope de Rueda y Azorín también han tenido inspiración en
Turégano.
http://www.tureweb.com/historia.html
lunes, 29 de febrero de 2016
jueves, 11 de febrero de 2016
SEPULVEDA
Septempublica es una latinización erudita de Sepúlveda y el significado del nombre no es seguro. Estamos, por tanto, ante un singular enigma que convierte a Sepúlveda en un lugar único, cuyo significado está aún por descubrir.
Lo más probable es que sus primeros pobladores fueran los vacceos y arévacos en la Edad del Hierro. Aquellos primeros pobladores vivían de la caza, tan abundante entonces en los montes, y de la pesca que les proporcionaban los ríos Caslilla y Duratón. Sepúlveda, al igual que Ávila, Segovia o Pedraza de la Sierra, es la clásica citania celta.
Lo más probable es que sus primeros pobladores fueran los vacceos y arévacos en la Edad del Hierro. Aquellos primeros pobladores vivían de la caza, tan abundante entonces en los montes, y de la pesca que les proporcionaban los ríos Caslilla y Duratón. Sepúlveda, al igual que Ávila, Segovia o Pedraza de la Sierra, es la clásica citania celta.
Más tarde, Roma también se asentó en Sepúlveda.Elementos romanos hay en la muralla de la villa, como también lo son los puentes Talcano y Picazos y los restos de la calzada.
Los visigodos llegaron tras los romanos y se asentaron en Castrogoda, una península inmediata a la desembocadura del Caslilla en el Duratón, así como en el cañón del río, en la Cueva de los Siete Altares.
Los árabes se apoderan en poco más de dos años de casi toda la península. La primera mención histórica de la villa de Sepúlveda aparece en la “Crónica de Alfonso III”, como uno de los lugares que fueron despoblados en las correrías de Alfonso I, aunque quedó una población rural en su entorno.
Fruto del esplendor de Sepúlveda en la Edad Media es la existencia de 15 iglesias. Sepúlveda, al igual que Sevilla, Toledo, Segovia y tantas ciudades medievales, era un conglomerado de tres ciudades y religiones diversas: la católica, la musulmana y la judía.
Durante la Guerra de la Independencia, El Empecinado realizó incursiones por la zona, teniendo sus cuarteles en las cuevas del Cañón del Duratón. También merece destacarse entre los últimos hechos más sobresalientes de la villa la resistencia numantina contra Napoleón en el otoño de 1808.
http://www.turismosepulveda.es/sepulveda/historia
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