Las legiones romanas penetraron en la Bureba por el desfiladero de Pancorbo el año 218 antes de Cristo y pactaron con los Autrigones, que se mantuvieron como pueblo romanizado. En Briviesca anudaron las dos grandes vías militares: la de Aquitania a Astorga y la de Astorga a Italia. Pero, además, desde Briviesca partía la llamada vía marítima que, pasando por Oña, recorría de sur a norte el rectángulo de los Autrigones y terminaba en el Puerto de Castro Urdiales.Terminada felizmente la guerra romano-cántabra en el año 19 antes de Cristo con el sometimiento total de los cántabros, los romanos, que habían tropezado en Poza con el tesoro de la sal, empezaron a explotar sus salinas en el siglo I..
A los años pacíficos de los Autrigones romanizados siguieron en el siglo III las incursiones de los pueblos germánicos -que hunden definitivamente el Imperio- y la presencia visigoda a partir del siglo V, que cristianiza el territorio y lo enriquece con numerosas fundaciones monásticas.En el siglo VIII se produce la invasión árabe. Los berberiscos aprovechando las sólidas calzadas romanas.Alfonso I (739-757) aprovechó con decisión y energía, la sublevación general de los bereberes el año 741 y el hambre espantosa del año 750 para despoblar la meseta norte, destruir los poblados construidos y llevarse a las montañas a cuantos habitantes encuentra en la llanura. La Bureba quedó, prácticamente, desertizada.
Así siguieron las cosas hasta la Reconquista. El Conde don Rodrigo cruza el Ebro el año 855 y va contrarrestando el poderío árabe con nuevas fortalezas. Las posiciones se consolidan más tarde, durante el gobierno del conde Diego Porcelos, en los últimos lustros del siglo IX, especialmente tras la conquista de Ibrillos, que permite iniciar la repoblación de toda la Bureba.
Merece la pena pasarse por la zona y conocer sitios como Poza de la sal,Frias,Oña......
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