Así al rico patrimonio natural asociado a los valles de las cuencas fluviales que vertebran el espacio y la desembocadura del Eo, se suma el interés para la conservación de ecosistemas vinculados a las playas y acantilados, y a formaciones forestales bien conservadas representativas de la media montaña cantábrica occidental.
Destaca de forma especial el papel etnográfico de la reserva, donde se vela por la conservación de la arquitectura popular y las tradiciones. Molinos hidráulicos y artesanos conviven en distintos municipios manteniendo vivos sus antiguos talleres.
Palacios y casonas que desde la marina a la montaña nos contarían mil historias de poder y privilegios, inmensos espacios pétreos que nos siguen vigilando desde su secular inmovilidad
Agua, aire, fuego y tierra. Los cuatro elementos eternos de la naturaleza obligados a mezclarse en mazos y fraguas, en molinos y lareiras, en personajes de ayer y vecinos de hoy
Mi primera impresion,es que hay que ir en otoño,aunque el mal tiempo lo hacia mas bucolico,con la cantidad de bosques es imposible no verlos con tonos otoñales y....Sol
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