Allí se encuentra la Rocha, un inmenso arco de arena dorada decorado por acantilados, rocas salientes e islotes.
Más allá, la Piedade, una protuberancia rocosa que hace siglos guiaba a los navíos en su regreso de la Corona Portuguesa y que presenta una tonalidad rojiza desgastada por el mar en un acantilado que esconde misteriosas cuevas marinas.
Y es que Portugal posee muchos paraísos secretos, pero es en el Algarve donde se encuentran calas de aguas cristalinas y parajes paradisiacos en los que disfrutar del mar y la naturaleza.
Eso sí, para disfrutar de esta zona por completo deberás descender por unas escaleras hasta un pequeño puerto donde podrás alquilar una barca para inspeccionar la zona. Por un precio razonable (entre los 10 y 15 euros), uno de los pescadores te subirá a la barca y te adentrará en el fantástico mundo de Punta de Piedade.
Entre las formaciones rocosas que pueden verse, se distinguen algunas formas reconocidas, como el Titanic o un pastel de cumpleaños.Allí, en el lugar de una antigua ermita fue construido un faro, desde el cual se tiene un panorama aún más espectacular, viéndose las pequeñas playas, muchas de ellas apenas accesibles desde barco.
Ponta da Piedade personifica el espíritu del Algarve. Cuevas marinas, rocas y salientes bañados por impecables y verdes aguas conforman su perfil, que atrae cada año a miles de turistas que desean descubrir este maravilloso paraje.
http://playascalas.com/ponta-da-piedade-un-lugar-maravilloso-en-el-algarve/
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