martes, 29 de septiembre de 2015

BILBAO 3º Parte - Guggenheim -

La construcción del Museo Guggenheim Bilbao tuvo lugar entre octubre de 1993 y octubre de 1997 y el emplazamiento elegido, en una curva de un antiguo muelle de uso portuario e industrial, supuso la recuperación de la ría del Nervión para la ciudad y su reurbanización para la cultura y el ocio.











Debido a la complejidad matemática de las formas curvilíneas proyectadas por Gehry, éste decidió emplear un avanzado software inicialmente utilizado en la industria aeroespacial, CATIA, para trasladar fielmente su concepto a la estructura y facilitar su construcción. 













Para la piel exterior del edificio, el arquitecto eligió el titanio tras descartar otros materiales y comprobar su comportamiento en unas muestras que había en el exterior de su propio estudio. El acabado de las cerca de 33.000 finísimas planchas de titanio consigue un efecto rugoso y orgánico, al que se suman los cambios de tonalidad del material según la atmósfera reinante.














Los otros dos materiales empleados en el edificio, piedra caliza y vidrio, armonizan perfectamente, logrando un diseño arquitectónico de gran impacto visual, hoy día convertido en verdadero icono de la ciudad en todo el mundo.












El exterior del Museo, cuyo perímetro puede recorrerse íntegramente, presenta diferentes configuraciones desde las distintas perspectivas y sirve también para la exhibición artística






 








                                                http://www.guggenheim-bilbao.es/el-edificio/el-exterior/

miércoles, 23 de septiembre de 2015

BILBAO - semana santa - 2º parte

Las primeras procesiones en Bilbao se remontan a 1.553, fecha en la que se fundó la Cofradía de la Vera Cruz, la hermandad más veterana de la capital vizcaína, tras unas inundaciones. Desde de esa fecha, la celebración religiosa ha sufrido los embistes de la marea del tiempo, pero siempre ha sabido mantener a flote su espiritualidad.












 En aquellos tiempos, todos los habitantes de Bilbao, sin excepción, participaban en las procesiones. De hecho, se cuenta que la hermandad de la Vera Cruz tuvo auténticos problemas para pagar todas las velas que los feligreses encendían al paso de las comitivas religiosas.












 Si nos trasladamos a fechas más recientes, podemos observar como los años cuarenta fueron fundamentales para la configuración tal y como la conocemos hoy. Durante esa década, se fundaron la mayor parte de las cofradías en las que participan actualmente unas 3.000 personas en las nueve procesiones que tienen lugar en la capital vizcaína.













 La capital vizcaína cuenta con sus propios personajes dentro de su rica y bella imaginería. Es el caso del Cacanarru de Anachu, que se burla de Jesús en el paso de La Coronación de Espinas. Tampoco nos olvidemos del odioso Fracagorri, que es el que toca el cuerno en el paso de La Cruz a Cuestas.















 En definitiva, la Semana Santa bilbaína ha demostrado saber adaptarse a los tiempos. Su objetivo es convertirse en uno de los grandes reclamos turísticos de un Bilbao que es capaz de mirar a la modernidad del Guggenheim sin perder de vista sus más hondas tradiciones.











                        http://www.elcorreo.com/semana-santa/2013/historia-semana-santa-bilbao/

jueves, 17 de septiembre de 2015

BILBAO - 1ª parte - La Ciudad

La Villa de Bilbao fue fundada en 1300 por Diego López de Haro V  “El Intruso”, Señor de Bizkaia. En realidad ya existía desde el siglo anterior como núcleo poblado a ambos lados del Nervión-Ibaizabal, en el punto donde el río dejaba de ser ría, en el último vado antes de su desembocadura en el mar Cantábrico, lo que permitía un control del paso de mercancías. La fundación fue sin embargo la plasmación jurídica como villa de una parte de la anteiglesia de Begoña, el llamado puerto de Bilbao.











 El origen de Bilbao parece obedecer a su situación en un vado del río, en un enclave estratégico en el Camino de Santiago costero y punto de control de mercancías que circulaban desde Durango o Balmaseda hacia y desde la Ría. En 1310 la sobrina de Don Diego le concede nueva carta de poblamiento que refuerza más los privilegios comerciales de Bilbao, haciéndola paso obligado a las mercancías que pasaran desde Castilla hacia el mar, marginando a Bermeo y, además, le concede la exclusiva del comercio en todo el camino entre Areta y Bilbao.










 El crecimiento urbano de Bilbao se concentró en un espacio pequeño, reducido a las tres primeras calles de la Villa: Somera, Artekale y Tendería. A lo largo de los siglos XV, XVI y XVII, la Villa de Bilbao mantendrá un importante papel en el comercio de intermediación e irá llenando el estrecho espacio de su jurisdicción, obligando a prolongar, en el siglo XVIII, la ciudad hacia nuevas calles desde la Iglesia de Santiago y actual catedral (Correo y Bidebarrieta) con prolongaciones hacia los arrabales de Ibeni (Atxuri) y de Ascao.
















La entrada de Bilbao en el siglo XIX no fue fácil.Las sucesivas guerras y conflictos deprimieron gravemente el comercio tradicional bilbaíno y la invasión napoleónica y la Guerra de Independencia no hicieron que las cosas mejoraran.
Pero su situación cambió tras la primera Guerra Carlista (1833-1839). Bilbao fue uno de los centros de resistencia liberal contra el carlismo, siendo sitiada también en la segunda Guerra Carlista (1873-1876). De estas guerras salió fortalecida como verdadero centro neurálgico de la actividad económica del Señorío.
















 La riqueza de los yacimientos de mineral de hierro cercanos a Bilbao impulsó en un primer momento un sector de explotación minera, pero desde 1882 se comenzaron a instalar modernas siderurgias (Altos Hornos de Bilbao y La Vizcaya, fusionadas, junto con La Iberia en 1902 en Altos Hornos de Vizcaya) que, en la década siguiente, se convirtieron a fábricas de productos metalúrgicos.















 ste fuerte crecimiento económico tuvo un evidente efecto en la fisonomía de la ciudad y sus alrededores. En un corto periodo de tiempo, la Ría de Bilbao se pobló de nuevas fábricas, nuevas infraestructuras portuarias y de comunicación (ferrocarriles) y también de nuevas viviendas. De hecho, la jurisdicción de Bilbao se amplió en 1890 a todo Abando, absorbiendo la previa Anteiglesia y en 1925 a las de Deusto y Begoña.















 En la década de los noventa, un Bilbao con menor población, en parte debido a la crisis pero también a un proceso de desanexión. La tradicional ocupación comercial e industrial dio paso a la actividad en nuevos focos. Por una parte, la atracción de nuevas actividades, como el Museo Guggenheim o el Palacio Euskalduna y, por otro, la mejora de la propia ciudad como entorno de vida: el Metro, eliminación de trincheras ferroviarias, eliminación de ruinas industriales en la ría y construcción de nuevos edificios y entornos.












 http://www.bilbao.net/cs/Satellite?c=Page&cid=1272986929362&language=es&pageid=&        pagename=BilbaoIzan%2FPage%2FBIZ_contenidoFinal

jueves, 10 de septiembre de 2015

DOS DIAS

Hay que ir haciéndose a la idea..........









A esto le queda dos dias......... y luego.....