domingo, 11 de marzo de 2012

MIRAMBEL

Mirambel es historia en todos sus rincones. Desde su conquista por Alfonso II hacia 1169, su historia estuvo ligada a las órdenes militares: primeramente fue concedida a la orden del Santo Redentor y en 1196 pasó a la orden del Temple, formando parte de la encomienda de Cantavieja.






También destaca como núcleo importante carlista en el siglo XIX, y ya en el XX, Mirambel albergó en la primera guerra civil la Junta Suprema de Aragón, Valencia y Murcia, nombrada por don Carlos María Isidro.






Cinco portales y cinco ermitas se reparten por igual las glorias militares y religiosas. Los primeros sirven de acceso al casco urbano, aunque uno solo de ellos, el de las Monjas, es practicable para la circulación rodada






Es la zona más bella del Maestrazgo turolense. El casco urbano de Mirambel aparece cercado de murallas, con su ciudadela medieval. Al pie del torreón del portal de las Monjas se encuentra la recoleta plaza de la Madre Consuelo, religiosa y maestra. Las bellas celosías del convento asoman sobre el arco fue fundado en época de Felipe II. Las calles de Mirambel están empedradas, bellamente pavimentadas con cantos rodados.






En la calle Mayor cabe admirar notables edificios, viejos caserones solariegos, con piedras armeras en las fachadas y remate de salientes aleros. Al fondo aparece el portal del Estudio, que se abre a los rincones más bellos y pintorescos y da paso al bello conjunto arquitectónico, formado por la iglesia, la Casa Consistorial, la de Pastor (convertida ahora en abadía o casa parroquial) y la de Zurita. En esta última, cuyas piedras se funden con otro portal, el de la Fuente, cuenta la tradición que se hospedó don Carlos allá por el año 1837.






La iglesia fue construida a finales del siglo XVII y tuvo que ser reparada en 1843, después de haber quedado prácticamente destruida por un incendio provocado por El Serrador, cabecilla carlista del que Mirambel conserva un triste recuerdo. La calle de Remolinos conduce a otra plaza, la de Aliaga, formada por edificios de extraordinario sabor, testimonio de la mejor arquitectura del Maestrazgo.






La localidad de Mirambel es una de las joyas del Maestrazgo turolense y una de las poblaciones que más reconocimiento turístico ha tenido en los últimos años en la la provincia de Teruel





















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